Que es ser un Estudiante en Linea
viernes, 27 de noviembre de 2015
jueves, 26 de noviembre de 2015
Mamíferos a punto de extinción
Introducción
Desafortunadamente,
al comenzar el siglo XXI la mayoría de las especies mexicanas de mamíferos
pueden considerarse en peligro de extinción, amenazadas o al menos con
problemas de conservación. Esto se debe a la gran devastación que hemos hecho
de bosques, selvas, desiertos, arroyos, playas, mares, etcétera, en los que,
aún sin intención, hemos destruido los hábitats de un gran número de especies.
La Norma oficial mexicana (NOM-059-2001-SEMARNAT) proporciona una lista de 295
especies y subespecies de mamíferos en alguna categoría de riesgo. Cervantes et
al. (2003) menciona 450 especies de mamíferos terrestres, y Ceballos y Oliva
(2005) reportan 525 especies, reconociendo 230 especies mexicanas en riesgo.
Cualquiera de los datos que tomemos nos dice que aproximadamente la mitad de
las especies de mamíferos mexicanos tienen algún tipo de amenaza para su
conservación. Esto es sumamente grave, ya que de no darse un cambio en las
estrategias de desarrollo, toda esta riqueza se podría perder en muy poco
tiempo.
Desde
edentados (Orden Xenarthra) como los armadillos, hasta cetáceos (ballenas),
México es rico en mastofauna. Si bien por número de especies destacan los
roedores (ratones) y quirópteros (murciélagos), en nuestro territorio habita
una gran diversidad de animales que toman leche al nacer. En la biodiversidad
de grupos de mamíferos encontramos, además de los ya mencionados, a los
marsupiales (tlacuaches), pinnípedos (focas y leones marinos), lagomorfos
(conejos y liebres), ungulados (venados), perisodáctilos (pecarís),
insectívoros (musarañas) y los muy especiales sirénidos (manatíes).
Lamentablemente en todos estos grupos encontramos especies en peligro de
extinción o gravemente amenazadas.
La
cacería ilegal sigue siendo un grave problema: la falta de regulaciones
efectivas e incentivos, propician que muchos pobladores salgan a cazar sin una
regulación de temporada, época reproductiva, etcétera. Muchos aún justifican en
la caza de subsistencia las cacerías sin control ni beneficio para las
poblaciones. Por otra parte, aún persisten también algunas cacerías con fines
religiosos. Si bien es innegable que poco a poco ha habido un cambio, en parte
por contar con leyes más estrictas como la ley de equilibrio ecológico,
apoyadas por convenios internacionales como el Convenio Internacional de Comercio
de Especies (CITES) o simplemente porque la defaunación ha hecho cada vez más
difícil encontrar piezas, aún falta mucho para regular esta actividad.
Así,
la mayoría de las especies en peligro de extinción o amenazadas tienen esta
condición porque sus hábitats específicos están desapareciendo. Para muchas de
ellas esto se debe a que tienen en sí poblaciones pequeñas, adaptadas a
condiciones muy particulares en la gran cantidad de microambientes que se
forman en el territorio nacional, gracias a que éste se encuentra en una zona
de transición sur-norte.
Cánidos
La
familia de los cánidos es la tercera de los grandes depredadores. Cervantes et
al. reconocen cuatro especies de esta familia: el coyote (Canis latrans) y la
zorra gris (Urocyon cineroargentatus) no están considerados en peligro por la
NOM-059-2001. Son especies muy adaptables y esquivas, con altos potenciales
reproductivos y omnívoros, por lo que pueden comer prácticamente lo que sea.
Dos especies más de la familia cánide sí aparecen en la Norma: la zorra del
desierto (Vulpes velox), de la cual se reportan 6 subespecies, todas bajo el
criterio de amenazadas. Su distribución reducida, tamaño pequeño y hábitat
específico, hacen que esta especie esté en peligro de extinción. El lobo
mexicano es el último de los grandes carnívoros que está considerado por la
NOM- 059 como extirpado del medio natural. Los últimos ejemplares de que se
tenga evidencia científica, fueron capturados a finales de la década de los
setenta en Durango y Chihuaha. Desde entonces los escasos reportes de aullidos
o avistamientos no han podido ser comprobados. Esta especie, quizá la más
carismática de todos los mamíferos, tiene una subespecie prácticamente
exclusiva de México: el lobo mexicano (Canis lupus baileyi), que se encuentra
en estado de conservación. Actualmente la SEMARNAT (2009) la tiene como una de
las especies prioritarias para la conservación. Tiene un plan piloto para
reintroducir un número limitado de ejemplares en el noroeste del país, en las
zonas altas de la Sierra Madre Occidental, que permita recrear uno de los
ecosistemas de esta zona del país. Como ninguna otra de las especies
mencionadas, el lobo mexicano tiene una historia de recuperación que demuestra
que el trabajo decidido y en conjunto da resultados importantes. A partir de
sólo cinco lobos capturados, más unos cuantos más que se encontraban en un
rancho texano y algunos albergados en el zoológico de San Juan de Aragón, se
cuenta ahora con más de 300 en zoológicos de México y Estados Unidos. El
proyecto tenia el objetivo de reestablecer al menos una población de esta especie
en su área original de distribución (Alvarez, et al., 2003). El lobo, como
ninguna otra especie de mamífero, fue perseguido, cazado, envenenado y
exterminado en México, principalmente por la depredación que causó esta muy
adaptable especie sobre el ganado ovino, vacuno y caballar, además de ser la
causante, como se le atribuyó, de la diseminación de la rabia entre los perros
domésticos (González et al. 2004). Los esfuerzos por su recuperación se vuelven
todavía más importantes ante el cambio de actitud para reconocer que su
desaparición, como la de cualquier otra especie, es una pérdida irremediable,
mientras que los programas para recuperar ésta se hacen necesarios. El ejemplo
del lobo mexicano puede ser seguido para otras especies como el oso y el jaguar,
que si bien sus poblaciones no se han reducido tanto como las del lobo, sí han
visto mermadas las áreas en las que antes era común observarlos.
Se
sabe que en el suroeste de Norteamérica la población de lobos era pequeña al
momento de llegar los primeros colonizadores europeos, lo cual es consistente
con el hecho de que la mayoría de las planicies de América del Norte
difícilmente tendrían la capacidad para albergar a las poblaciones de ungulados
que servirían de alimento para grandes poblaciones de lobos, según inferencias
de ecólogos, biogeógrafos y paleontólogos (SEMARNAP-INE, 2000), sin embargo se
tienen registros de su presencia en los bosques templados que rodean el Valle
de México e incluso más al sur (Moctezuma, et al, 2004). El lobo fue un
habitante de los bosques templados montañosos, relativamente húmedos, así como
de las densamente boscosas regiones del centro de los Estados Unidos al pie de
las cadenas de montañas. Originalmente, en estos sitios prevalecían las
condiciones adecuadas para el establecimiento de grupos numerosos de lobos,
ungulados de gran talla y agua en abundancia. A la llegada de los colonizadores
europeos, el estado poblacional de los ungulados cambió de manera considerable,
ya que los nuevos pobladores los cazaron hasta casi exterminarlos. Los
Bisontes, Venados Bura, Alces y los Venados Cola Blanca fueron sustituidos por
ganado bovino y ovino. “Para finales del año 1880”, escribe el historiador
David E. Brown, “todo el suroeste de los Estados Unidos, era un enorme rancho
ganadero” y llega a sugerir que las grandes y pobremente resguardadas manadas
de vacas pudieron, en un momento dado, incrementar la población de lobos.
Devastada su fuente natural de alimentación, los lobos pudieron haber tomado
ventaja temporal de las proteínas que los bovinos les proveían (SEMARNAP-INE,
2000). La ganadería favoreció una situación trágica para los lobos y una
justificación para que los ganaderos y gobiernos de México y Estados Unidos
iniciaran una verdadera guerra en su contra para evitar el ataque al ganado. El
panorama de los siglos que siguieron fue particularmente patético; nunca antes
se empleó a tantos exterminadores de depredadores para destruir a tan pocos
animales y producir tan dudosos beneficios. Los “loberos” federales del
programa de Control de Animales Depredadores y Roedores (PARC, por sus siglas
en inglés) exageraron los impactos económicos de la depredación por lobos, así
como el tamaño de los animales destruidos. Los oficiales del Servicio de
Parques Nacionales, deseosos de ser apoyados por la agencia recién creada, se
unieron a la campaña para desterrar a lobos, osos y pumas de todo el suroeste
de Estados Unidos. Cuando las poblaciones de lobo comenzaron a disminuir, se
hizo muy notoria y famosa la presencia de algunos lobos solitarios que
adquirieron nombres propios, a manera de los forajidos humanos del viejo oeste.
Cuando alguno de ellos lograba ser muerto, los periódicos anunciaban con
festejos el hecho (Moctezuma, et al, 2004; SEMARNAP-INE, 2000).
Se
asume que el Lobo Mexicano fue exterminado de vida libre alrededor de 1970 como
resultado de campañas de erradicación llevadas a cabo por los gobiernos de
Estados Unidos y México para responder al conflicto ganadero de pérdidas por
depredación. Tanto Estados Unidos como México decidieron extraer del medio
silvestre los últimos individuos encontrados en los estados de Durango y
Chihuahua, para comenzar un programa intensivo de reproducción en cautiverio,
con el fin de recuperar, a partir de los animales criados en cautiverio, al
menos una población silvestre y alojarla dentro de una zona protegida en su
área de distribución natural (Servín, 1993). En 1976, cuando ya estaba extinto
en Estados Unidos, el Lobo Mexicano fue incluido en el “Acta de Especies en
Riesgo” (ESA, por sus siglas en inglés), que le brindaba protección total a la
especie y obligó al gobierno a desarrollar un programa de recuperación para
evitar la extinción de la especie.
La
Dirección de Especies Prioritarias para la Conservación ha trabajado conjuntamente
con el Subcomité Técnico Consultivo Nacional para la Recuperación del Lobo
Mexicano, empleando el PREP de Lobo Mexicano como documento guía para el
desarrollo del PACE, con la finalidad de establecer las acciones prioritarias
para lograr la conservación y recuperación del Lobo Mexicano.
Conclusiones
En
general, debido a lo complicada que es la conservación de los mamíferos en
México en los albores del siglo XXI; el incremento en la población humana, y la
destrucción intensiva de las zonas naturales, en gran medida por problemas de
corrupción y la falta de compromiso con la naturaleza, se reducen cada vez más
los hábitats en que viven los mamíferos silvestres grandes y pequeños. Si bien
el cambio de actitud mostrado por algunas autoridades y la existencia de leyes
e instrumentos jurídicos cada vez más estrictos, permiten albergar la esperanza
de que muchas de las especies encontrarán refugio para estar a salvo y sobrevivir,
es claro que solamente a través de la educación ambiental de la población; la
generación de opciones productivas como el ecoturismo, y los aprovechamientos
sostenibles, se encontrarán estos sitios de manera más sencilla. Los mamíferos
siempre serán una parte importante en la ecología de los ecosistemas que
habitan, pero por su cercanía biológica con el ser humano también serán un
importante atractivo para fomentar actividades de interés ambiental, basadas en
la observación, la escucha y la interacción con estos maravillosos animales.
Referencias
M. A.,
Armella Villalpando, “Mamíferos Mexicanos en Peligro de Extinción” http://www.revista.unam.mx/vol.12/num1/art03/art03.pdf.
2011.
SEMARNAT “Programa de
acción para la conservación de la especie – Lobo Gris Mexicano” http://www.conanp.gob.mx/pdf_especies/PACE_LOBOMEXICANO.pdf.
2009.
lunes, 9 de noviembre de 2015
viernes, 23 de octubre de 2015
Que es ser un Estudiante en Linea
Quizá, el desafío más grande al que te enfrentarás como estudiante en línea será convertirte en todo un alfabeta digital. Es decir, “conocer cuando hay una necesidad de información; identificar las necesidades de la información; trabajar con diversas fuentes y códigos de información; saber manejar la sobrecarga de información y discriminar la calidad de las fuente de información; organizar la información; usar la información eficazmente; y saber comunicar la información encontrada a otros.”(Cabero Almenara & Llorente Cejudo, 2008, página. 13). Recuerda, que se trata de navegar en la red y no naufragar en ella
Es momento de mencionar algunos mitos relacionados con la educación en línea: Es fácil y sencillo estudiar en línea, solo hay que estar en la computadora y ya. No hay que leer nada, basta con copiar y pegar la información que encuentre en la red. Como no me conocen (físicamente), puedo dejar de estudiar en cualquier momen
En contra parte con el primer mito, hay quienes creen que estudiar en línea es difícil y muy complicado debido a que deben ser un experto en la tecnología. Sin embargo, conforme vayas avanzando en la modalidad abierta y a distancia, te irás dando cuenta que estos mitos son totalmente falsos, ya que ser un estudiante en línea no es fácil ni difícil, basta, con aplicar estrategias y acciones que te permitan auto gestionar tu aprendizaje, asimismo, resulta fundamental crear un compromiso contigo y con tu aprendizaje, así como desarrollar tu comprensión lectora, puesto que el entender lo que lees te evitará frustraciones y pérdidas de tiempo. Ahora, ya identificas los elementos primordiales para enfrentarte a esta modalidad, y lo que implica ser un estudiante en línea, esfuérzate y ten confianza siempre en lo que realizas. Recuerda que el verdadero aprendizaje no se basa en consumir ideas o información, sino en apropiarte del conocimiento. Nunca olvides que cuentas con las habilidades y destrezas necesarias para triunfar en esta modalidad.
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En contra parte con el primer mito, hay quienes creen que estudiar en línea es difícil y muy complicado debido a que deben ser un experto en la tecnología. Sin embargo, conforme vayas avanzando en la modalidad abierta y a distancia, te irás dando cuenta que estos mitos son totalmente falsos, ya que ser un estudiante en línea no es fácil ni difícil, basta, con aplicar estrategias y acciones que te permitan auto gestionar tu aprendizaje, asimismo, resulta fundamental crear un compromiso contigo y con tu aprendizaje, así como desarrollar tu comprensión lectora, puesto que el entender lo que lees te evitará frustraciones y pérdidas de tiempo. Ahora, ya identificas los elementos primordiales para enfrentarte a esta modalidad, y lo que implica ser un estudiante en línea, esfuérzate y ten confianza siempre en lo que realizas. Recuerda que el verdadero aprendizaje no se basa en consumir ideas o información, sino en apropiarte del conocimiento. Nunca olvides que cuentas con las habilidades y destrezas necesarias para triunfar en esta modalidad.
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